Estamos
en unas fechas en las que es muy habitual estar un poco resfriado. En
ocasiones utilizamos este malestar como excusa, pero, ¿es realmente una
excusa?
o ¿podemos continuar realizando ejercicio físico?. Pues en este
artículo
veremos que todo dependerá del nivel de exigencia del ejercicio físico
que realizamos en la sesión de Educación Física, que generalmente es
moderado (salvo en los circuitos de neumáticos para los que se lo toman
en serio).
Además
“El ejercicio físico estimula el sistema inmunológico”, asegura el
doctor Weidner. “Eso nos lleva a creer que actividades físicas moderadas
pueden prevenir enfermedades como los resfriados”, sugiere el
investigador.
Por
otro lado, el científico alerta: “la
decisión de hacer ejercicio debe basarse en la localización de los
síntomas del resfriado. Ejercicios livianos y moderados, pueden ser
hasta indicados para personas con síntomas o molestias localizadas del
cuello para arriba. Al contrario, si los síntomas también incluyen
pulmones y el resto del cuerpo, el ejercicio no es conveniente”. Y, por supuesto, con fiebre, ni pensarlo (ver artículo completo)
Artículo extraído de Vitonica.com
Si habitualmente entrenas corriendo pero ahora tu nariz se encuentra
congestionada, goteando y sientes un poco de picazón de garganta, quizá
te preguntes si es bueno correr estando resfriado. Pues para alegría de muchos, la respuesta es sí, puedes correr si estas resfriado.
Por supuesto, deberás cuidar mucho más la intensidad y duración del
entrenamiento, pues tu respiración se verá entorpecida y no querrás
someter a tu cuerpo a un esfuerzo demasiado intenso y estresante. Si el
entrenamiento fuera muy duro, sumaríamos estrés al que ya provoca el resfriado y esto reduciría notablemente las defensas, pudiendo acabar en problemas mayores.
También es importante que no corras si tienes fiebre, pues la
temperatura por encima de los 37º eleva notablemente el metabolismo de
nuestro cuerpo a lo cual, no es conveniente sumarle el esfuerzo de una
carrera.
Por ello, puedes entrenar si estas resfriado, siempre y cuando no tengas fiebre y tus pulmones no estén comprometidos. Y si corres con un resfriado,
recuerda que lo que buscas es elevar las defensas de tu cuerpo, y no
prolongar la condición, para lo cual es importante no estresar al cuerpo
sobreexigiéndolo.
Entonces, resultará favorable correr
si estas resfriado siempre cuando lo hagas a un ritmo moderado y
respetando al cuerpo y la sensación que éste experimenta, pues
sentiremos cansancio antes de lo habitual.
¿Y cómo debemos correr?
Salir a correr es una de las actividades más populares para mantenernos en forma, pero en torno a este mundillo hay muchos errores y malos hábitos a
corregir. Unos son fáciles de solventar, otros tienen más de ritual y
otros simplemente son olvidos que hacen la carrera algo menos saludable.
- No calentar o sólo correr 5 minutos a ritmo suave como calentamiento. El calentamiento debe incluir además de una activación vegetativa, ejercicios de movilidad articular y estiramientos. Sobre todo si la carrera de después va a ser intensa, debemos de avisar a articulaciones, ligamentos y músculos con antelación.
- No hidratarse: por muy corta que sea una salida, si acabamos medio deshidratados estamos forzando la máquina. Nunca haríamos un viaje en coche con el depósito a punto de acabarse ¿verdad?, pues el cuerpo es lo mismo, si no tenemos las reservas de agua y electrolitos correctamente, estamos calentando y forzando la máquina. Busca alguna fuente por el camino o hidrátate bien antes de salir.
- Utilizar material inadecuado. No todas las zapatillas sirven para correr. Unas zapatillas duras en entrenamientos de rodaje pueden desgastar las articulaciones a largo plazo y hacer que aparezcan dolores por todos lados. Una buena amortiguación, zapatillas adecuadas para nuestro tipo de pisada y llevar un pantalón y camiseta específica para carrera harán de los entrenamientos algo más seguro y agradable.
- Picarse con cualquiera que pasa. Esto es habitual y va dentro de la naturaleza competitiva del hombre. Vamos tranquilamente trotando, pasa alguien a nuestro lado y de repente nos entra ese ímpetu competitivo de: “no puede correr más que yo”. Cada cual tiene su entrenamiento, a su ritmo y adaptado a sus condiciones, no te salgas del tuyo, en el camino del entrenamiento no existen atajos.
- Parar de golpe al acabar de correr. Muchas veces tenemos 30 o 40 minutos de carrera a buen ritmo, acaba el tiempo y paramos de golpe, sin dejar al cuerpo acomodarse poco a poco a la situación de descanso. Si el calentamiento es importante, la vuelta a la calma no es menos. No pares de golpe, baja el ritmo poco a poco hasta acabar andando un par de minutos, luego haz ejercicios suaves de estiramientos y movilidad articular.
- Estar demasiado pendiente del crono o pulsómetro. Los entrenamientos están para cumplirlos, pero no para obsesionarse con el tiempo o pulsaciones. El simple hecho de estar constantemente mirando el reloj para ver datos alterará la calidad del entrenamiento. Lo mejor para estos casos es poner una señal sonora al pulsómetro para que nos avise que estamos dentro de la intensidad de entrenamiento, o simplemente dejar el reloj en casa cuando no seas imprescindible.
Sigue estos consejos,
algunos de los cuales ya tratamos de automatizar y concienciar en
nuestras sesiones de Educación Física, no sóo al correr, sino también al
realizar cualquier actividad física intensa omoderada (llevar botella
de agua, sobre todo cuando el tiempo sea más caluroso, equipo adecuado,
calentamiento y recuperación activa)
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